domingo, 17 de abril de 2011

Capítulo 104: Inferior

Kiba estaba gritando fuertemente mientas tenía las manos apretándose la cabeza, Hatani lo miraba sorprendida, como si acabara de despertarse, se dio cuenta que se estaba desahogando con la persona equivocada.

:- ¡Kiba! ¡¿Qué te…?!-entonces recordó:- “¡Es verdad! Kiba sufrió una técnica psicológica de Shunko. Pero entonces, ¿aún no se ha curado? ¿Por qué le han dado el alta?”-se puso las manos en la cabeza sintiéndose culpable:- “¿Qué es lo que he hecho?”-no quería seguir escuchando a Kiba gritar de esa forma y se acercó a él rápidamente, iba a tocarle cuando él se negó bruscamente.

:- ¡No te acerques! ¡Aaahhh!-retrocedía Kiba para que ella no se acercara, tras unos pasos dejó caer sus rodillas aún con las manos en la cabeza.
:- ¡Kiba!-se puso al lado de él, apoyando una rodilla:- Lo siento. Perdóname… no te lo decía a ti… ¡Lo siento! ¡Vuelve en ti Kiba!-

Kiba dejó de gritar y apretó los dientes para aguantar, cerrando los ojos. En su mente volvía a parecer su tortura, no quería volver a ver eso.

:- Por favor Kiba… reacciona-decía tristemente mientras le tocaba el hombro, él reaccionó levantándose y apartándose de ella.

:- ¡No! ¡No te acerques!-
:- ¡Kiba!-también se levantó para acercarse.
:- ¡No! ¡No vengas! ¡Lárgate!-
:- ¡!-al oír esto Hatani se paró sorprendida.
:- ¡Ugg! Tsk… -
:- Ki… Kiba… no lo dirás en serio…-volvió a acercarse pero él volvió a retroceder con la mirada loca y desesperada en su rostro.
:- ¡Que no te acerques! ¡Aléjate de mí! ¡Largo!-se agachó un poco apretándose la cabeza y aguantando el dolor, provocando que cada vez elevara más su voz.
:- ¡Pero Kiba…!-
:- ¡FUERA DE AQUÍ!-

Hatani sintió de repente dolor en su pecho, no era el dolor provocado por Yakio en el rescate, era un dolor más profundo, no era físico. Los ojos de Hatani se llenaron de lágrimas, luego éstas resbalaron en sus mejillas tras ella cerrar los ojos.

:- “Eres igual…”-pensó tras venirle en la mente una imagen de Kabuto, sin embargo, esa imagen fue interrumpida por una frase que escuchó hace un rato < Hatani… no te preocupes… yo estoy a tu lado… jamás te abandonaré >. Esa frase hizo que Hatani abriera los ojos:- “Eso es… Kiba no es como Kabuto…”-pensó decidida mientras se secaba las lágrimas y se acercaba a él:- “Esto es cosa de la técnica de Shunko… no se está dirigiendo a mí”-

:- Tsk… ¡Aaaah…! Ugg…-se quejaba Kiba del dolor agachado con los ojos cerrados con fuerza.
:- Kiba… soy yo… Hatani-decía seria mientras se ponía a su lado:- Sé que estás luchando contra esa tortura…-su tono era triste:- No te dejes llevar por ella… tú eres fuerte… No permitas que Shunko se salga con la suya…-a pesar de sus ánimos Kiba seguía igual, sufriendo, haciendo que Hatani también sufriera:- Tsk. Por favor Kiba… ¡deja de sufrir!-

Kiba dejó de gritar, se apretó más los dientes y bajó una mano, mientras la otra seguía apretando la cabeza, sus ojos seguían cerrados, su desesperación se convirtió en rabia, en odio y en tristeza. Parecía como si estuviera pasando algo en su mente.

:- Shunko…-susurró con mucha rabia, Hatani se sorprendió.
:- ¿Ki… Kiba? ¿Estás… mej…?-iba a tocarle cuando de repente él abrió los ojos para mirarla odiosamente. Ella se sorprendió y más aún cuando veía que Kiba iba a agarrarla por el cuello con su mano libre, pero entonces alguien pasó rápidamente entre los dos llevándose a Hatani mientras dejaba caer una bomba de humo. Kiba cayó inconsciente.

:- Tú eres…-dijo Hatani sorprendida mientras se encontraba delante de esa persona, abrazada. Era un chico de pelo negro amarrado en una coleta alta, Shikamaru Nara:- ¿Qu… qué le has hecho a Kiba?-preguntaba ella asustada mientras él la soltaba.

:- No te preocupes, es sólo una bomba de humo para dormirlo-
:- … -comprendió ella, tenía la mirada fijada en Shikamaru, sorprendida:- “Es aquel chico… el que es muy inteligente… esta sensación… pero Akor también lo es… aun así… este chico…”-
:- No sé qué es lo que tiene el hospital que casi todo el mundo se escapa…-comentó Shikamaru mientras desviaba la mirada y se rascaba la nuca:- … con lo bien que es estar tumbado todo el día…-suspiró mientras Hatani seguía mirándolo de la misma manera, él entonces fue al grano y la miró fijamente:- ¿Puedes decirme qué ha pasado?-

Ella reaccionó ante la pregunta y se entristeció, desviando la mirada.
:- Estoy segura que lo sabes…-dijo en seco, eso molestó un poco a Shikamaru pues ya comprobó lo que ella pensaba de él.

:- Sé que Kiba se escapó de su cuarto para ir al tuyo-al escuchar esto Hatani se sorprendió pero no le miró:- Y luego tú te escapaste de tu cuarto y te encontraste con tu madre en el pasillo, discutisteis y viniste aquí corriendo con Kiba persiguiéndote. Y sabiendo lo de tu misión… me imagino el por qué esa actitud-
:- Tsk…-se molestó, pues él lo acertó todo.
:- Pero no hay que ser inteligente para saber eso. Yo lo sé porque estaba allí, en el hospital, y me pidieron que os buscara a los dos. Y para ello me explicaron los detalles. Eso es todo-finalizó.

Hatani lo miró sorprendida, pues notó el significado de sus últimas frases.

:- No sé lo que habrás escuchado de mí… pero no soy tan especial. Soy un chico normal. Un ninja igual que tú, con las mismas condiciones-Hatani lo miraba más asombrada:- Así que por favor…-la miraba fijamente:-… deja de mirarme como alguien superior a ti. Es problemático-

:- ¡!-desvió la mirada sonrojada, se sentía avergonzada, pues ahora se sentía más inferior que antes, se sentía mal por haber pensado de esa manera:- Lo… lo siento…-susurró, él suspiró.

:- No importa… Por cierto… sé que es un rollo… pero tengo que llevarte a ti y a Kiba al hospital-dijo señalando en dirección al hospital.

:- Uhn…-asintió dejando de sonrojarse, luego reaccionó y le miró confusa:- Oye, ¿por qué no dejaste que yo también me durmiera por ese humo?-
:- Lo usé en Kiba porque en su estado era difícil llevarlo por las buenas… y a ti no te dejé… porque pienso que eres lo bastante madura para saber cuál es tu responsabilidad. Sé que hace un momento te bloqueaste, pero imagino que te habrás desahogado con Kiba, sino él no se habría alterado de esa forma-Hatani volvió a entristecerse desviando la mirada:- Desde que nos conocimos supe que eras tan cabezota como Naruto pero también sabes controlarte en la mayoría de los casos, y espero que éste sea uno de ellos-
:- …-
:- Tenemos que irnos… Hatani. Vamos-

Los dos estaban dirigiéndose al hospital, Shikamaru llevaba a Kiba en su espalda mientras Hatani caminaba mirando al suelo, triste.

:- Por cierto…-reaccionó Hatani recordando algo:- ¿Cómo sabes mi nombre?-
:- ¿Eh? Nos conocimos durante el examen para Chounins y también peleamos juntos durante la invasión de los del Sonido y la Arena-
:- ¡Oh! ¡Es verdad!-recordó avergonzándose de ese olvido:- ¿Cómo pude olvidarme? ¡Entonces! ¿Estás bien? ¡Seguro que sufriste mucho por culpa de Yakio!-
:- No te preocupes, ya ha pasado muchos días de aquello. Consiguieron curarme todas las heridas-
:- Menos mal… siento haberme olvidado-
:- Da igual, no me importa para nada que te olvides de eso-suspiró:- Lo malo es que yo no puedo olvidarme de ese loco. Realmente fue muy problemático luchar con alguien tan majara. Ayy… con lo bien que se está uno en casa durmiendo o mirando las nubes. Ser ninja es un rollo-
:- Ja, ja, ja-
:- ¿Eh? ¿Qué es tan gracioso?-dijo confuso.
:- Nada, lo siento, es que… ja, ja… verte quejándote así… ja, ja… me da la risa… lo siento… ji, ji-
:- Mmm… no lo entiendo-seguía confuso mirando hacia arriba:- “Realmente no entiendo a las chicas”-

En una parte escondida de Konoha, en una casa vieja y pequeña oculta cerca del campo de entrenamiento, tapada con las hierbas altas y las demás vegetaciones, se encontraba Akor tumbado en el suelo arropado con una manta, sólo llevaba pantalones mientras todo su cuerpo estaba vendado. Estaba inconsciente. En una esquina de la casa se encontraba Roy, sentado con una pierna estirada y otra levantando la rodilla para apoyar un brazo en él. Estaba despierto, haciendo guardia. Respiraba fuertemente, estaba muy alterado, pues no paraba de sufrir las consecuencias de Shunko. Procuraba no gritar a pesar de todo, ya que debía impedir que los descubrieran. Había mucha sangre en su brazo izquierdo, estaba marcado por varios mordiscos suyos.

Llevaba casi una hora vigilando sin que pasara nada, todo estaba en tranquilo y en silencio. Roy no aguantaba la angustia que llevaba encima, aun así se controla.

:-…-miraba a Akor preocupado:- Akor… tienes que despertarte…-susurraba consiguiéndose calmar un poco:- Ugg-

De repente sufrió un terrible dolor de cabeza y le venían a la mente las imágenes de su tortura, cada vez que venían Roy se sentía como un niño, el niño al que le afecta la tortura del maltrato. Roy no gritó, aguantaba sujetándose la cabeza, quiso levantarse pero perdió el equilibrio y cayó boca abajo. Su cabeza no paraba de hacerlo sufrir.

:- Tsk… no… no grites… no grites…-se decía a sí mismo:- ugg… tsk… ni se te ocurra gritar… si lo haces… ugg… nos descubrirán…-no aguantó más el dolor y por ello se mordió su brazo izquierdo, con eso podía gritar sin que le escucharan desde lejos, pero eso conllevaba a hacerse más daño y por ello el sufrimiento era el doble.

sábado, 9 de abril de 2011

Capítulo 103: Culpabilidad y desesperación








Unos ojos empezaron a abrirse lentamente observando un techo blanco. El cuerpo sentía que estaba tumbado, relajado, sin ganas de moverse. Estaba
en un hospital.

:- ¡Hatani! ¡Has despertado!-se escuchó una voz aliviada.
:- Mmm… ¿Ki… Kiba?-contestó ella confusa, mientras Akamaru, que estaba encima de sus piernas, la saludaba.
:- Sí. Me alegra que despertaras, no sabes lo feliz que estoy-sonreía mostrando felicidad, Hatani se percató del lugar donde estaba y por ello se levantó hasta quedarse sentada, mientras Akamaru bajaba de la cama:- No Hatani, no debes moverte-

:- Tranquilo, estoy ugg… bien. ¿Qué ha pasado?-
:-¿No recuerdas nada?-
:- Sí pero… lo último que sentí fue un golpe en la nuca… después perdí la conciencia-se sorprendió al recordar algo:- ¿Quién me trajo?-
:- Por lo visto fue tu madre, estaba desesperada, decía que era por su culpa que estuvieras as…-bajó su voz pensando en que quizás no debería decirlo.
:- Ahh… ya veo…-contestó Hatani desviando la mirada y poniéndose triste:- “Entonces no fue Kabuto”-pensó abatida.
:- ¿Estás bien?-

No contestó, seguía triste recordando lo sucedido con Kabuto.

:- Hatani…-susurró poniéndole la mano en el hombro, haciendo que ella le mirara sin cambiar su estado abatido:- Lo siento. Tu madre no tiene la culpa de nada, además, lo importante es que todos habéis sobrevivido y conseguisteis rescatar a tu sensei-la animaba mostrándole al final una pequeña sonrisa.
:- No es eso… es que…-de repente sus ojos se abrieron completamente, pues había recordado algo importante.

Kiba notó que Hatani pasaba al lado suyo rápidamente para salir del cuarto, él se giró asombrado para luego reaccionar y seguirla. Hatani corría desesperadamente con su camisón largo y su cuerpo todo vendado excepto la cara. Las heridas estaban curadas, pero no debía esforzarse, pues se podían abrir otra vez.

:- ¡Hatani! ¡¿A dónde vas?!-la seguía Kiba, corriendo con su clásica vestimenta, pero sin ninguna camiseta debajo de la chaqueta, y no tenía la capucha puesta.

Por el pasillo, Hatani se encuentra con su madre, se sorprendió y dejó de correr quedándose frente a ella.

:- ¡Mamá!-
:- ¡Hatani! ¿Qué haces aquí? Deberías estar reposando-decía enfadada:- Ahora mismo iba a ir a visitarte. ¿Por qué estás aquí?-
:- Mamá, ¿dónde está Zeraus sensei? ¿Está bien? Quiero verle-preguntaba preocupada mientras Kiba se paraba detrás de ella.

:- Ahora no puedes visitarle. Vuelve a la habitación y descansa-ordenaba.
:- ¡No! ¡Quiero ver a Zeraus sensei! ¡Quiero saber cómo está!-
:- No me grites Hatani. Volvamos a la habitación-seguía seria.
:- ¡No! ¡Quiero verle!-
:- ¡Hatani no seas pesada! ¡Vuelve a la cama a recuperarte!-
:- ¡Yo estoy perfectamente!-intentó pasar pero Makana la agarró:- ¡Suelta! ¡Déjame verle!-

:- Hatani cálmate-intervino Kiba incómodo por la situación, pero no surgió efecto.

:- ¡Hatani deja de comportarte así y obedece! ¡Ahora no podemos ir a visitarle!-
:- ¡Suelta! ¡Suelta! ¡Zeraus sensei! ¡Quiero verle! ¡Déjame ver…!-fue interrumpida por un bofetón de su madre, provocando un incómodo silencio.
:- Vuelve en ti Hatani. Recupera la compostura. Esto es un hospital. No podemos visitar a Zeraus ahora. ¿Lo entiendes? Así que vuelve a la habitación. Y esta vez obedece-dijo seriamente.

Hatani con la mirada desviada, empezó a sentir rabia por dentro, sus ojos empezaban a llenarse de lágrimas y, para evitar llorar delante de todos, salió corriendo de allí.

:- ¡Hatani espera!-gritaba Kiba volviéndola a seguir mientras Makana la observaba tristemente, pensando:

:- “Esa actitud… no puede ser… Hatani”-

Los médicos intentaron atraparla pero Hatani no se dejaba y salió del hospital por la ventana, Kiba la siguió evitando lo mismo. Era por la tarde, Hatani corría hacia el bosque, sin saber a dónde ir.

:- ¡Hatani! ¡Hatani! ¡Para! ¡¿A dónde vas?!-

Sin escucharlo Hatani tropezó con una piedra y cayó boca abajo, se levantó costosamente para continuar, pero llegó Kiba y la agarró por el brazo, sin hacerle daño.

:- Hatani, para. ¿Qué te pasa?-
:- ¡Déjame! Snf…-se soltó para darle la espalda y ocultar sus lágrimas:- Vete…-

Kiba se sentía incómodo, estaba viendo a una Hatani distinta de lo habitual, aun así no se rindió.

:- No te preocupes… seguro que Zeraus sensei se pondrá bien…-intentaba animarla:- Por lo que escuché es muy fuerte, así que no morirá tan fácilmente-
:- ¡Ya lo sé! ¡Eso ya lo sé! Es que… es que… snf…-
:- ¿?-la miró confuso.
:- Vete Kiba… snf por favor… olvídate de mí-al oír esto Kiba se sorprendió, eso no era propio de Hatani, al contrario, ella deseaba que la atendieran, que estuvieran a su lado, que la quisieran, pues había sufrido mucho de pequeña, entonces, ¿por qué esto? Era lo que pensaba Kiba. No aguantó ese “dolor” interior y la agarró por los hombros para girarla y mirarse de frente.
:- Escúchame Hatani, no vuelvas a pedirme eso-le dijo seriamente sorprendiendo a la Uchihuga, él también se sorprendió al ver la gran tristeza que mostraba ella en sus ojos:- Tsk… ¡No eres la Hatani de siempre! ¡¿Qué te ha pasado?! ¡Esto es algo más que Zeraus sensei! ¡Cuéntamelo, Hatani!-al ver que no contestaba, se calmó a la vez que se entristeció:- Puedes confiar en mí… somos amigos ¿no? Puedes desahogarte conmigo-

Hatani sintió algo que le recordó a Kabuto, por eso una parte de ella se alertó y pensaba que debía desconfiar, pero por otra parte sabía que a quien tenía delante no era a Kabuto, sino a Kiba. Por eso le abrazó profundamente mientras lloraba, deseando mentalmente que no la interrumpiera.

:- Fue horrible… snf… el rescate… snf… ¡Ha sido horrible! ¡Zeraus sensei ha sufrido mucho! ¡Akor no paraba de sangrar ni de gritar! ¡Roy estaba tan… snf… tan desesperado! ¡Y Yakuri… Yakuri ha…! ¡Y todo por mi culpa! Snf… ¡Yo no conseguí salvar a Zeraus sensei! ¡Lo hizo mi madre! Snf… ¡Yo tenía que ayudarles! Snf… ¡Si hubiera ido directamente a por Zeraus sensei… no le habría escuchado gritar! Snf… ¡Y si gritó… es porque realmente no podía soportar el dolor que estaba sufriendo! Snf… ¡Roy… Roy ya estaba asustado antes de pelear con Shunko! Snf… ¡Y aun así… dejé que peleara con él! ¡Mientras sufría la técnica… estaba tan desesperado! Snf… ¡Debí haberlo evitado! ¡Luego Akor…! snf… ¡Yo quería protegerle! Pero… ¡al final él me protegió a mí! ¡Por eso Yakio no paraba de hacerle daño! ¡Incluso Akor suplicó por mi vida! Snf… ¡Y Yakuri...! Yo… ¡La maté! ¡Era un plan para vencer a Atoka! Pero… ¡Yo no quería hacerlo! ¡No quería! ¡Y aun así la maté! Snf… ¡Todo fue espantoso!-
Kiba no podía creerse lo que estaba escuchando. Hatani seguía soltando lágrimas sin parar.





:- ¿De verdad… has vivido todo eso? Y estas horribles heridas…-Kiba sentía un gran dolor en su corazón y cerró los ojos de tristeza:- “Tu sufrimiento ha sido lo peor… has sufrido una tortura física y psicológica al mismo tiempo… tsk… Hatani”-sin dejar de abrazarla empezó a hablarla suavemente:- Escúchame Hatani… tienes que seguir adelante… sé que lo que te ha pasado ha sido horroroso y ojalá eso me hubiera pasado a mí en vez de a ti…-al oír esto ella se sorprendió:- pero no puedes venirte abajo ahora… eres fuerte, por eso sé que podrás superarlo, yo en tu lugar habría perdido tanto el control… tienes que calmarte, todo irá bien a partir de ahora, no pierdas la esperanza-

:- Kiba…-susurró feliz por esas palabras.
:- Hatani… no te preocupes… yo estoy a tu lado… jamás te abandonaré-susurró sonrojándose.

Entonces Hatani sufrió otro aviso de desconfianza, viniéndole en la imagen el origen de la traición, Kabuto. Siendo la segunda advertencia, no lo ignoró.
:- ¿Cómo lo sabes?-preguntó seria, Kiba se sorprendió:- ¿Cómo sabes que no me abandonarás en un futuro?-
:- ¿Eh? Pues…-
:- No lo sabes, ¿verdad?-dejó de abrazarle para mirarle enfadada.
:- Pero, ¿a qué viene esto? Claro que no lo haré-decía confuso.
:- ¡No hagas eso!-se apartó para luego señalarle:- ¡No digas que no lo harás cuando en un futuro es posible que lo hagas!-
:- ¿De qué estás hablando? ¿Por qué iba a abandonarte? ¡¿Por qué iba a traicionarte?!-
:- ¡No lo sé! ¡Tú tienes tus motivos! ¡Y realmente no sirven como excusas!-su mirada se volvió perdida.
:- ¿Qué? ¡No entiendo nada de que lo que estás diciendo! ¡¿Por qué dices esto de repente?! ¡Te dije que podías confiar en mí!-
:- ¡No! ¡Siempre haces lo mismo! ¡Te ganas mi confianza y luego la destruyes! ¡Y eso lo haces muchas veces provocándome muchas dudas sobre ti!-
:- ¡¿Pero de qué estás hablando?!-Kiba no entendía nada, pero comprobó que Hatani no le estaba hablando a él, a pesar de dirigirse a su persona.

La Uchihuga seguía mirándole furiosa con las lágrimas cayendo sin cesar, Kiba suspiró para calmarse y así intentar calmarla a ella.

:- ¿Por qué? Snf… ¡¿Por qué me haces esto?!-gritó desesperada haciendo que Kiba no se calmara y sintiera un fuerte dolor en la cabeza y recordara la tortura de Shunko. Por ello empezó a gritar poniéndose las manos en la cabeza. Hatani paró de llorar sorprendiéndose:- ¿Ki… Kiba?-reaccionó al fin de quién estaba delante:- ¡Kiba!-

viernes, 11 de febrero de 2011

Capítulo 102: Solo por hoy, Kabuto, solo por hoy

Hatani se sorprendió al reconocer esa voz, aun así no se dio la vuelta, ni se levantó.

:- La verdad no me esperaba este resultado del plan de Orochimaru… realmente conseguiste tu objetivo… Hatani-hablaba Kabuto con su “típico” carácter:- Lograste salvar a tu sensei y además no te han capturado… Incluso venciste a Atoka… Je… aunque la otra chica no me suena de nada…-al oírlo Hatani se entristeció mucho perdiéndose en sus recuerdos:- En verdad mereces que Orochimaru desee tu poder… estás progresando mucho Hatani-intentó provocarla pero falló, Hatani seguía de rodillas mirando al suelo con una mano tapándose el corte, ignorándole, a Kabuto le pareció raro eso:- Eh… ¿Hatani?-

:- Kabuto…-le llamó susurrando, él se extrañó:- ¿Por qué… snf…?-giró su cara para mirarle, estaba llorando:- ¿Por qué ha tenido que pasar esto? Snf-

Kabuto quedó paralizado ante la escena, la cara de Hatani mostraba un gran dolor, no físico, sino psicológico. Un dolor que mostraba desesperación y tristeza. Su cara, a pesar de todas las heridas, estaba llena de lágrimas. El chico evitó la mirada directa de sus ojos dolorosos y ocultó sus ojos en el brillo de sus gafas.

:- ¿Por qué… Snf… han tenido que morir? Snf No se lo merecían… Snf… Ni siquiera Atoka… Snf…-
:- … … ¿Y… qué quieres que te haga?-decía serio:- A mí eso no me incumbe-
:- Todo es por mi culpa… snf…-susurraba mientras se levantaba costosamente, se dio la vuelta sorprendiendo a Kabuto de sus profundas heridas, y se dirigió a él dándole un profundo abrazo.

:- ¿Qu…?-
:- ¡Por favor!-gritó sin mirarle, acurrucando su cara en su pecho.
:- ¡!-
:- ¡Por favor Kabuto! Snf… Solo… por ésta vez… Snf…-bajaba cada vez la voz:- Te lo suplico… sólo hoy… por favor... snf-
:- Ha… Hatani…-dijo inmóvil ante la reacción, luego se calmó dejando pasar el tiempo, mientras Hatani lloraba intensamente.

:- “No lo entiendo… ¿está así sólo por la muerte de Atoka? ¿Y la de esa rubia? ¡Pero si apenas se conocían! Esas heridas… y esta desesperación… ¿qué habrá pasado? ¿Tanto has sufrido… Hatani?”-pensaba seriamente Kabuto, entonces le aparecieron en la mente imágenes de Orochimaru y de él cuando era pequeño recordándole los términos de “cobarde” y ”débil”:- “¡No! ¡Tengo que eliminar esto!”-

Kabuto puso sus manos en los hombros de la Hyûga.
:- Ya es suficiente… Hatani-dijo seriamente, haciendo que ésta dejara de llorar:- No mezcles tus sentimientos con la situación en la que te encuentras ahora-apartó a Hatani lentamente rechazando el abrazo.

:- Snf… ¿Kabuto?-dijo confusa.
:- Ya deberías saberlo desde el momento en que me viste-preparó su postura para luchar:- Te llevaré con Orochimaru-

Hatani se quedó petrificada, se suponía que Kabuto no le había dicho que no a la petición, y además dejó que se desahogara un rato. Se preguntaba entonces por qué pasaba ahora esto. Su mirada estaba perdida y desesperada, sin hacer nada.

:- ¿Tu objetivo no era salvar a tu sensei?-cambió su seriedad por su sonrisa astuta.
:- ¿Eh?-reaccionó, volviendo en sí.
:- No sé si lo sabías, pero fui yo quien se lo llevó a Orochimaru. Gracias a mí, Zeraus estuvo encadenado en esa habitación agotándose poco a poco sin poder moverse. Ni defenderse-resaltó esta última parte, sabiendo que Hatani había conocido a Tomoki, ella entonces recordó cuando vio la tortura que le hacía aquel tipo a su sensei. Su mirada desesperada estaba desapareciendo:- También te diré que yo también me divertí con él-
:- ¡!-
:- Odio a tu sensei, por eso mismo me desahogué con él, sin matarlo, evidentemente. Pero como sabrás… que no muera no quiera decir que no sufra-
:- Mentira…-susurró cambiando su expresión a otra odiosa.
:- Tenías que haberlo visto, sufriendo aguantando el dolor mientras las cadenas le absorbían todo su chakra, agotándose cada vez más… respirando cada vez más fuerte… soportando más dolor…-
:- Tsk. Cállate-
:- Y por supuesto sin hacer ningún grito. La verdad es que me gustaría escucharle gritar algún día, aunque para eso debe llegar más allá de su límite-

Hatani recordó el gritó de su sensei cuando se encontraba tirado en el suelo sin poder moverse, mientras él y su madre peleaban con Tomoki. Éste recuerdo provocó la ira de Hatani. Por ello se secó las lágrimas mientras adoptaba una postura de lucha.

:- La próxima vez que lo capture llamaré a Shunko, tengo curiosidad de cómo reaccionaría, Je-
:- ¡CALLATEEE!-

La Hyûga se abalanzó sobre él dirigiendo un potente golpe Hyûga, éste lo esquivó saltando hacia un lado, ella realizó entonces un potente giro celestial, Kabuto sabía que no podía esquivarlo así que se cubrió la cara con los brazos, pero la técnica desapareció quedando Hatani al frente de él, con un chajáikran formado. Éste se sorprendió.

:- “¿Qué? ¿Era una burla? ¿Desde cuándo…?”-
:- ¡No permitiré… que Zeraus sensei… SUFRA!-
:- ¡Mierda!-
:- ¡Aaaaahhhhh! ¡Chajáik… ugg!-
:- ¿Uhn?-

El cuerpo de Hatani paró de repente, su técnica se deshizo completamente mientras notaba cómo sus heridas empezaron a sangrar sin parar, sus quemaduras de la técnica de Atoka, volvía a poner su piel al rojo vivo, su profundo mordisco en el cuello sangraba intensamente, además del dolor en el corazón por el ataque de Yakio. Se había agotado el chakra que obtuvo del kunai de Yamika. Todo esto hizo que Hatani gritara con todas sus fuerzas mientras caía al suelo. Intentaba moverse pero cada movimiento era una tortura para su cuerpo. Su grito era muy intenso. Kabuto no podía creerse lo que veía. Raramente, no sabía qué hacer.

:- O… oye… Hatani…-
:- ¡KABUTOO!-
:- ¡!-
A pesar de que el moverse hacía mucho daño, el cuerpo de Hatani no podía evitar hacerlo por el intenso dolor. Era algo contradictorio, pero básicamente el cuerpo buscaba una postura donde no causara ningún dolor. Pero era inútil. Hatani no paraba de gritar desesperadamente.